miércoles, 4 de noviembre de 2009

Prólogos

Hola chicos, aquí les dejo dos prólogos para que se guíen y lean para cuando hagan los suyos. Saludos.

Un '''prólogo''' (del griego πρόλογος prologos, de pro: ‘delante’, y lógos: ‘palabra, discurso’), es un texto situado al principio de una obra extensa, entre los documentos llamados preliminares, y sirve a un escritor para justificar el haberla compuesto y al lector para orientarse en la lectura. El prólogo es además el escalón previo que sirve para explicar o aclarar algunas circunstancias importantes sobre la obra literaria que al autor le interesa destacar.



Prólogo. La cifra de Jorge Luis Borges

El ejercicio de la literatura puede enseñarnos a eludir equivocaciones, no a merecer hallazgos. Nos revela nuestras imposibilidades, nuestros severos límites. Al cabo de los años, he comprendido que me está vedado ensayar la cadencia mágica, la curiosa metáfora, la interjección, la obra sabiamente gobernada o de largo aliento./…/
La palabra es un oximoron; el intelecto (la vigilia) piensa por medio de abstracciones, la poesía (el sueño), por medio de imágenes, de mitos o de fábulas. La poesía intelectual debe entretejer gratamente esos dos procesos.


Podemos observar cómo el autor se refiere al ejercicio de escribir literatura y a veces lo difícil que resulta. Por su parte, vemos que se refiere a la palabra como un oximoron: En retórica, el oxímoron (del griego ὀξύμωρον, oxymoron), dentro de las figuras literarias, es una de las figura lógicas. Se la conoce también con la expresión latina contradictio in terminis.
Consiste en armonizar dos conceptos opuestos en una sola expresión, formando así un tercer concepto. Dado que el sentido literal de un oxímoron es ‘absurdo’ (por ejemplo, «un instante eterno»), se fuerza al lector a buscar un sentido metafórico (en este caso: un instante que, por la intensidad de lo vivido durante el mismo, hace perder el sentido del tiempo).

De modo que, la poesía, sostiene Boreges debe entrejerse ne esos dos procesos: intelecto y poesía.


Prólogo. El amor, las mujeres y la vida de Mario Benedetti

Desde que, en mi lejana adolescencia, me enfrente a El amor, la vida y la muerte, por entonces el libro más popular del filósofo alemán Arthur Schopenhaver (1788-1860), entré en contradicción con la sutil propuesta que sugerían las tres palabras de aquél título./…/ En estos días volví a leer todo el libro, con ojos casi sesenta años más viejos, y, pese a situarlo, ahora sí conscientemente, en su ámbito temporal, volví a experimentar aquella antigua sensación de rechazo.
El amor es uno de los elementos emblemáticos de la vida. Breve o extendido, espontáneo o minuciosamente construido, es de cualquier manera un apogeo en las relaciones humanas/…/
De ahí reconocer que el amor y las mujeres están más cerca de la vida que de la muerte, media solo un paso/…/Ésta es una antología temática que se fue haciendo sola en los últimos cincuenta años. De tanto revisar galeradas de mis dos Inventarios, me di cuenta de que estaba ahí y que solo hacía falta rescatarla, separándolas de tantos otros contenidos, por cierto menos incitantes y confortadores que el amor.

En este prólogo, observamos que su prologo se divide en dos partes: nos comenta sus exeriencias vividas cuando era un adolescente y a partir de su madurez, cómo despues de cincunta años al leer el libro de "conscientemente" redescubre lo que significa para él el amor. El amor y las mujeres sostiene está más cerca de la vida, el amor todo lo puede.

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